7 Deadly Sins

Albieri es un científico dedicado a las clonaciones, es padrino de Diego y Lucas, hijos gemelos de su amigo Leonardo Ferrer. Lucas conoce a Jade, una joven musulmana criada en Estados Unidos.

Jade no comprende lo malo de sus actos, su tío Alí la reprende y la abofetea. Leonardo se enfurece por lo sucedido entre su novia Cristina y Diego, confronta a su hijo para que diga la verdad.

Cristina, bajo presión, busca a Diego para decirle que la deje en paz, pero él no baja la guardia, ella se desviste y lo besa. Él responde, pero luego la rechaza y ella lo denuncia.

Alí anuncia los matrimonios de sus sobrinas: Latiffa con Mohamed y Jade con Said. Latiffa reacciona mal y Jade, entre lágrimas, confiesa que está enamorada de otro. Tiene una cita con Lucas.

Enamorados, Lucas le propone a Jade fugarse juntos, pero ella piensa en Latiffa, que teme quedarse sin marido. Sidi Alí sospecha que su sobrina le oculta algo y le tiende una trampa.

Diego enfrenta a su padre y lo pone a elegir entre él y Cristina. Leonardo se va con su novia. Lucas busca desesperado a Jade en el desierto, pero una tormenta de arena causa un accidente.

Atienden a Lucas en el desierto, está débil y delira del golpe. En Miami, Mamá Rosa presiente que algo malo sucede y un detective informa lo ocurrido con el helicóptero que piloteaba Diego.

Leonardo luce duro y fuerte, pero por dentro siente un profundo dolor y exige una investigación para confirmar la identidad de su hijo Diego. Cristina llega para consolarlo y la trata muy mal.

Jade busca un espacio para escaparse y dejar una nota por debajo de la puerta de la habitación donde se hospeda Lucas. Él prepara una sorpresa y ella queda maravillada, hacen el amor.

Jade entra en pánico cuando Sidi Alí pide que las jóvenes se hagan el examen de la virginidad. Latiffa efectivamente lo es y Jade teme por el resultado. Albieri le propone matrimonio a Luisa.

Jade está feliz de viajar con Lucas, Alí no sospecha que los une. El joven promete a Jade hablar con su padre y que Albieri los apoye. Lucas queda impactado y llora por la muerte de su hermano.

Lucas no entiende la muerte de Diego y le pide explicaciones a su padre, pero él lo evade, está muy nervioso. Leonardo discute con Albieri y le exige a gritos una revisión del lunar de Lucas.

Jade y Lucas no pueden irse a vivir juntos, porque Leonardo no los apoya, ella subraya que dejó todo por él. Lucas piensa en Albieri, pero él está aterrado, se trata de la sobrina de Alí.

Lucas hace amistad con Cristina, quien lo escucha y le da consejos acerca de su amada Jade. Latiffa queda aterrada al escuchar la confesión de su prima y la repudia. Leonardo siente celos.

Sidi Alí lee la carta de Jade donde confiesa el amor por Lucas y que ya no es virgen. Latiffa intercede cuando Alí estalla de ira y maldice a Jade por haber pecado. Cristina sufre por Leonardo.

Dora, una joven mulata, quiere inseminarse en la clínica de Albieri; él pretende crear un clon con los óvulos de ella y una muestra de Lucas. Alí toma una decisión sobre el matrimonio de Jade.

Albieri implanta las células de Lucas en los óvulos de Dora, después de varios intentos, logra obtener el clon de Lucas. Su conciencia habla, duda entre lo científico y lo religioso.

Todos en la clínica notan muy extraño a Albieri y se preguntan por qué está así, él va a la iglesia y pide perdón. Cristina trata de provocar a Leonardo, pero la jugada le sale mal.

Jade se escapa para verse con Lucas, pero Marisa, la ex de Diego, lo distrae y él no llega a tiempo. Alí­ se da cuenta y se lleva a su sobrina a Marruecos. Lucas no alcanza a detenerlos.

Lucas está deprimido, pero Cristina lo anima a ir a Marruecos para recuperar al amor de su vida. Él se disfraza de mujer y se filtra entre quienes asisten a la boda de Jade, ambos sufren.

Said le tiene toda la paciencia y amor a Jade en la noche de bodas, ella está lista para que Said la mate por el pecado que cometió. Cuando él descubre que ella no es virgen, estalla de ira.

Lucas complace a Leonardo y se hace cargo de la empresa y de lo que Diego desempeñaba. Para sorpresa de todos, le propone matrimonio a Marisa; Leonardo aprueba la relación y pone una condición.

En medio del trabajo de parto, Dora llama a Albieri, que queda atónito con la noticia. Jade se entera de que Lucas se va a casar y se deprime. Cristina sale con otro, se encuentra con Leonardo.

Nace el bebé, Dora se sorprende de que sea blanco, Albieri está feliz de lograr su objetivo, Dora le pide que sea el padrino. Lucas y Marisa se casan, Jade jura que no va a sufrir por amor.

Pasa un año y Albieri está cada vez más apegado a Daniel, el niño de Dora resultado de la clonación, no deja que lo miren. Mamá Rosa quiere verlo y el médico se lo impide, teme ser descubierto.

El destino juega con el amor de Jade y Lucas: Leonardo envía a su hijo a Marruecos por negocios. En un paseo por el mercado árabe, las miradas se cruzan y los ojos se llenan de felicidad.

Aunque Lucas y Jade están con sus respectivas parejas, no pueden dejar de mirarse, encuentran la forma de verse en las ruinas. Hacen el amor y ella le pide que se escapen cuanto antes.

Los hombres de Alí apresan a Jade, ella inventa una historia y Said prepara un castigo. Abdul, el tío de Said, no sabe qué creer. Lucas enfrenta a Marisa y al oír su confesión, ella lo insulta.

Jade le pide a Said el divorcio y él se niega, ella le da sus razones para no seguir. Lucas va a la casa de Said, allí intenta huir con Jade, pero lo sorprenden, su vida corre peligro.

Para protegerlo, Jade toma aire y fuerzas para decirle a Lucas que no lo ama y lo echa de la casa. Ella se siente destruida y con más fastidio hacia Said, aplica el plan de aburrirlo.

Jade no se rinde y le quema la ropa a Said, pero él ya se dio cuenta de sus intenciones de desesperarlo y le grita que jamás le va a dar el divorcio. Ella le suplica, pero no consigue nada.

Con dolor y resignación, Lucas acepta su destino con Marisa y el bebé que van a tener. Jade se entera que Lucas va a ser padre y rompe en llanto. Cristina averigua por el papá del niño de Dora.

Jade quiere otra esposa para Said y habla con Muna, una mujer bella y soltera, le dice que Said busca otra mujer. Cristina invita a Leonardo a la fiesta de Daniel, Albieri está nervioso.

En cuanto ve a su hija, Lucas se conmueve y olvida todas sus discusiones con Marisa. Albieri inventa otra mentira, dice que el embrión fue implantado en otro vientre, no en el de Dora.

Nazira se presta al juego, anima a Muna, promete enseñarle todo para que Said se quede con ella y se divorcie de Jade, no lo consigue. Leonardo y Cristina hacen el amor, él se siente culpable.

En un descuido de Said, Jade saca el pasaporte y dinero para irse de Marruecos. Albieri se siente acorralado, habla con Dora y le promete cumplir sus sueños si ella acepta irse a Los Ángeles.

Marisa se sale con la suya y obtiene un supuesto regalo de Leonardo: la joya de Jade; luego se aprovecha para dar de qué hablar a la prensa. Jade cambia de identidad, roba un bolso.

Said le confiesa a Jade que ha tratado de sacarla de su corazón, sin lograrlo. Ella se conmueve, baila la danza del sable y viven una noche de pasión. Lucas se molesta por el collar de Marisa.

Cristina se da cuenta de que se casó con otro solo por darle celos a su ex. Tres años después vuelve a Miami sin un peso y busca a Leonardo. Latiffa está embarazada, Mohamed está feliz.

Jade está en Miami, eso la hace feliz, Cristina se entera y se lo cuenta a Lucas. Él la busca en todos los hoteles, hasta que la encuentra y la toma de un brazo para llevársela lejos.

Furiosa, Marisa enfrenta a Lucas para saber si mantiene una relación con Jade, él lo niega, en venganza ella vende el collar de Jade. Dora toma una foto de Daniel con Natalia, la hija de Lucas.

Marisa trata de suavizar la relación con Lucas, pero es imposible, él se concentra en averiguar dónde ella vendió la joya de Jade. Natalia dice que Daniel tiene la misma mancha de su papá.

Tras escapar de un vagabundo, Daniel se refugia en los brazos de Albieri; con dolor, Dora decide enviarlo a Nueva York con Estela. Nace Samira, la hija de Latiffa. Marisa abandona la mansión.

Jade logra el divorcio y el odio de Said, pero el Corán la obliga a pasar noventa días más junto a él para descartar su embarazo; sufre un desmayo. Albieri está deprimido por la ida del niño.

Jade aún no puede creer que va a tener un bebé de Said, cuando él se entera, su felicidad no tiene límites y promete que en 40 días le quitará al bebé. Ella espanta a todas sus pretendientes.

El amor de Said por Jade es tan grande que le perdona todo y la deja entrar de nuevo a la casa. Pasa el tiempo y Khadija, la hija de ambos, tiene diez años. Said luce enamorado, Jade resignada.

Said decide construir hoteles por el mundo y escoge Miami para empezar, la idea mortifica a Jade. Kadhija enfrenta a su madre, nota que se aflige cuando nombran a Leonardo Ferrer.

Said es un gran empresario adinerado, la inversión que va a hacer es con la familia Ferrer. Lucas se aleja de esas negociaciones, pero pide que le averigüen si Said vino con su esposa.

Jade le pide a Said que no la lleve al viaje a Miami, pero él insiste para poner a prueba su matrimonio. Él siente que si no lo hace, no estará tranquilo, ella duda de sus sentimientos.

Alicia, sobrina de la esposa de Albieri, entra a la oficina del científico y revisa todo. Halla la agenda donde él tiene el diario sobre la clonación de Lucas. Finalmente Jade llega a Miami.

Lucas se siente cada vez más amargado y frustrado, nada le sale bien, su relación con Marisa es un desastre, su hija le grita y le reprocha sus defectos. Se desahoga con su padre Leonardo.

Jade está muy nerviosa por el encuentro que se dará entre Said y Lucas y para eso intenta poner sobre aviso a su ex, pero no lo logra. Cristina seduce a Leonardo, él vuelve a caer rendido.

Lucas ve a Cristina con la joya de Jade y la compra para devolverla a su dueña. Leonardo organiza una cena para Said y su familia; después de 12 años, Jade y Lucas vuelven a encontrarse.

A Jade la delatan sus ojos de enamorada, Said se llena de ira y celos al observarla. Marisa no soporta la situación y humilla a Jade, mientras esta se imagina viviendo en la casa de su rival.

Llega el día de la cena en casa de Mohamed y Latiffa, Jade y Lucas se miran fijamente; Said es testigo. Natalia sufre una desilusión muy grande y piensa evadirse del mundo mediante la droga.

Said, quien forzó el encuentro, lo único que logra es que Lucas y Jade revivan su amor. Aunque la cita no se da, en Noche Buena se abrazan y se besan. Alicia le causa un problema a Albieri.

Después de tantos años Jade y Lucas finalmente están juntos, ella acepta hacer el amor con él y se aman durante toda la noche sin importarles nada. Dora encuentra a su hijo Daniel.

Lucas está decidido a abandonarlo todo por Jade, enfrentar a Leonardo y arriesgar el futuro de su empresa, pero ella está asustada, teme que Said agreda a Lucas, así que lo deja otra vez.

Lucas no puede controlar su impulso y viaja a Marruecos, dispuesto a recuperar a Jade. Leonardo enfurece al ver que se caen los negocios con los árabes. Marisa se desahoga con Said.

Marisa sufre una crisis nerviosa y de frustración al saber del viaje de Lucas, enfurece y arremete contra Leonardo y Mamá Rosa. Alejandro, el guardaespaldas de Natalia, le salva la vida.

Lucas cita a Jade otra vez en las ruinas, el encuentro la remonta a sus años de adolescencia y las ganas de escapar junto a él, sin importarle nada, ni nadie. Said vuela a Marruecos.

Lucas y Jade se sienten felices, ignoran que Said está en Marruecos. Cuando ella regresa, la sirvienta Zoraida, su confidente, la recibe angustiada. Said encara a su esposa y la descubre.

Indignado, Said enfrenta a Jade, está dispuesto a vengar su engaño y la amenaza. Ella le pide el divorcio y para salvar a Lucas, asume la culpa. Said tiene algo para su rival, pero otro cae.

Enrique, el mejor amigo de Leonardo, está inconsciente, Jade sospecha de Said, quien cambia de estrategia. Zoraida le ruega a Lucas que huya, él sube al techo para escapar y sufre un accidente.

Marisa le prohíbe a Natalia seguir su relación con Alejandro, Leonardo lo piensa, no quiere equivocarse de nuevo. Nazira busca a Dora y le propone que las dos sean esposas de Osvaldo.

Al ver a Abdul, Jade queda petrificada, pero con tan buena suerte que él no la reconoce y se esconde hasta que se va. Cuando entra en la habitación, ella y Lucas vuelven a jurar amor eterno.

Said tiene su primer encuentro con Marisa en Miami y le regala un lujoso y costoso collar de oro. Se besan apasionadamente, justifican su traición por el abandono de sus respectivas parejas.

Lucas no puede creer que Natalia es novia de Alejandro, el chofer. Ella seguirá su relación aunque todos se opongan y piensa casarse con él. Jade está ansiosa por saber cómo llegó Lucas.

Dispuestas a enfrentarse, Jade y Marisa juran que no descansarán hasta dejar a la otra fuera de su vida. Lucas aguanta las provocaciones de su esposa, un regalo de Said llega a la casa.

Llega el esperado día la boda de Said y Rania, quien es la bella mujer que Abdul había descrito. Said quiere mortificar a Jade, pero no lo logra. Ella ve su salvación con ese matrimonio.